25 y 26 de enero de 2025
El fin de semana pasado, nuestro grupo de entusiastas de los vehículos 4x4 se embarcó en una experiencia inolvidable a través de Zacatlán de las Manzanas y Chignahuapan. La travesía, cargada de adrenalina y paisajes sorprendentes, nos permitió reconectar con la naturaleza y descubrir la rica historia y orografía de la región.
Tras disfrutar de un desayuno revitalizante y con la junta de pilotos antes de partir, se nos dio información detallada y clara de lo que esperábamos ese día, las cuestiones de seguridad para el grupo, revisar los radios de comunicación y todos los detalles para hacer una ruta todoterreno exitosa.
La caravana se puso en marcha rumbo a la ruta, cruzando el poblado para llegar a nuestro punto de inicio de ruta, en la cañada de los Jilgueros; donde preparamos los neumáticos, revisamos el equipo de autorrescate, nos organizamos en la formación.
Así, se marcó la pauta para una jornada llena de desafíos y descubrimientos, donde el cruce entre rocas y lecho del río Tecolutla nos puso a prueba en más de una ocasión; pues teníamos que mostrar nuestra pericia y técnica para sortear cada uno de los pasos, cruces de ríos, formaciones rocosas y senderos casi ocultos por la densa vegetación, propios de la región de Zacatlán; conocida por sus orígenes volcánicos y la formación de fértiles valles.
El final de este primer día de ruta fue cuando llegamos al punto de salida del camino, siendo alrededor de las 8 de la noche, cuando estábamos entrando al centro del pueblo mágico de Zacatlán, para tomar una deliciosa cena con platillos típicos de la región, en donde platicamos e intercambiamos las experiencias del día con todos los participantes, haciendo un momento de convivencia sorprendente. El domingo lo iniciamos como costumbre, con un desayuno bufete que nos tenían preparado y con lo que partimos hacia nuestro siguiente reto de esta jornada, la cañada Tanuin en Chignahuapan. El tramo inicial se caracterizó por un ambiente polvoriento, típico de las rutas menos transitadas de la zona, lo que intensificó la sensación de aventura. Al pasar los Arcos, el polvo se incremento y el camino se estrechó para después adentrarnos en una antigua mina de arena y zanjas, evidencia del paso del tiempo y la dinámica erosiva de la región; poniéndonos nuevamente a prueba sorteando lo angosto de los pasos y la profundidad de las zanjas, donde incluso, algunos vehículos quedaron con algún neumático al aire, en equilibrio por la destreza de los pilotos y de nuestro staff que apoyó como siempre en resolver las maniobras complicadas de la ruta.
El clímax del día llegó al alcanzar la gran cañada Tanuin, un verdadero espectáculo natural. El paisaje, tallado por procesos erosivos milenarios, nos dejó sin aliento con su imponente belleza. Aprovechamos la oportunidad para explorar una caverna cercana, un recorrido que nos conectó con la historia geológica de esta zona. Antes de concluir la ruta, la caravana se detuvo para una foto grupal con los arcos del Arenal de fondo.
Tomando ya camino asfaltado, finalmente, nos dirigimos a una gasolinera local para inflar neumáticos y llenar tanques, despidiéndonos de este recorrido para que cada uno retomara hacia su destino final.
Esta aventura 4x4 no solo nos brindó emociones y desafíos, sino que también nos permitió apreciar la majestuosidad y diversidad de un territorio lleno de historia, geología y belleza natural. Sin duda, un viaje que nos recordó la importancia de explorar y cuidar nuestros tesoros ambientales; dejándonos entusiasmados para nuestra siguiente ruta todoterreno.
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