Rutas y Aventura 4X4
Rutas y Aventura 4X4
×
Ruta Offroad Ruta Offroad Ruta Offroad Ruta Offroad Ruta Offroad Ruta Offroad

Aventura en la Sierra Gorda

08 y 09 de noviembre de 2025

Por J.H. Vega

Amaneció claro sobre Peña de Bernal, ese imponente monolito de más de 10 millones de años, formado por magma solidificado en el interior de un antiguo volcán. Ahí comenzó nuestra travesía: motores alineados, vehículos listos y el grupo de aventureros reunido frente a una de las formaciones rocosas más antiguas de México.


Tras una junta de pilotos, repasamos las medidas de seguridad, características técnicas del terreno y los objetivos de la ruta. Revisamos neumáticos, tanques llenos, radios y equipos de rescate. La emoción se sentía en el aire. Con el sol apenas elevándose, partimos rumbo a la Sierra Gorda Queretana, una joya geológica y ecológica que parece salida de un libro de aventuras.


Durante el ascenso hacia San Joaquín, el paisaje fue transformándose: de los matorrales semiáridos de Bernal, con sus mezquites y cactáceas, pasamos a un entorno más húmedo, cubierto de encinos, oyameles y pinos. Aquí se encuentra el llamado bosque de transición, una zona donde se mezclan los ecosistemas templados y tropicales, albergando una enorme diversidad de especies.


La Sierra Gorda es una maravilla geológica: parte de la gran Sierra Madre Oriental, formada hace más de 65 millones de años por el levantamiento tectónico de antiguas plataformas marinas. Sus cañones y formaciones de piedra caliza son testimonio de un mar prehistórico que alguna vez cubrió esta zona. Con el tiempo, la erosión del agua y el viento tallaron desfiladeros, cuevas y barrancas, creando un relieve tan complejo como fascinante.


Llegamos al campamento en San Joaquín, a unos 2,400 metros sobre el nivel del mar, donde montamos tiendas, preparamos el equipo y dejamos todo listo para el regreso. Una hora después, retomamos la aventura con rumbo a la Misión de Bucareli, un punto emblemático entre montañas, historia y misticismo.


El descenso fue espectacular. Las cañadas se abrían ante nosotros, mostrando la grandeza de la sierra. Sin embargo, los recientes temporales habían dejado su huella: derrumbes, deslaves y socavones ponían a prueba tanto a los vehículos como a nuestra pericia. La prudencia fue clave. Aun así, el paisaje compensaba cada obstáculo, en algunos tramos, las condiciones del suelo hacían que los neumáticos patinaran, obligándonos a mantener una línea firme y a controlar la aceleración con precisión.


El terreno que recorríamos tenía suelos delgados, calcáreos y pedregosos, con presencia de minerales como cuarzo, calcita y pirita. Conducir aquí requiere técnica: mantener tracción constante, usar la baja del 4x4, y evitar frenadas bruscas en pendientes o curvas.


Nos detuvimos en un punto alto desde donde se alcanzaba a ver el Convento de Bucareli, un conjunto histórico perdido entre montañas. El camino estaba obstruido, por lo que decidimos regresar antes del anochecer. Ya en el campamento, el aroma a leña y comida nos recibió. Pronto, las fogatas iluminaron el lugar y comenzó la convivencia: pláticas, risas, bombones, historias y un cielo cubierto de estrellas que parecía al alcance de la mano. El frío serrano —cercano a los 8°C— nos hizo acercarnos más al fuego, disfrutando de la camaradería que solo se encuentra en una ruta 4x4.


Al amanecer, el canto de los gallos y el aroma a barbacoa de horno marcaron el inicio del segundo día. Desayunamos como reyes, levantamos el campamento y nos preparamos para la siguiente etapa: el Cañón de la Angostura.


El río Moctezuma, poderoso y cristalino, nos recibió con su corriente rugiente. A medida que avanzábamos, los caminos se volvían más estrechos y rocosos, afectados por los deslaves recientes. Tuvimos que aplicar técnica y paciencia: elegir bien las líneas, usar el bloqueo diferencial en los pasos más difíciles y mantener la calma en los cruces de riachuelos, que hacían la aventura estallar en adrenalina y emoción.


Los cañones de la Sierra Gorda son el resultado de millones de años de erosión fluvial. El agua del Moctezuma ha tallado profundos desfiladeros que alcanzan hasta 600 metros de profundidad, creando un paisaje que mezcla roca viva, selva baja caducifolia y el sonido constante del río.


A pocos metros de llegar al corazón del cañón, el camino estaba totalmente bloqueado por un deslizamiento. Sin embargo, eso no detuvo nuestro espíritu: dimos la vuelta aplicando maniobras precisas, sorteando obstáculos, y demostrando la capacidad tanto de los vehículos como de los pilotos. Cada tramo fue una lección de conducción y trabajo en equipo.


Finalmente, alrededor de las cinco de la tarde, estábamos de regreso en el punto de reunión. Los rostros lo decían todo: cansancio, satisfacción y la emoción de haber vivido una ruta exigente, técnica y llena de paisajes inolvidables.


La Sierra Gorda nos regaló una lección de naturaleza, respeto y aventura. Si amas la vida todo terreno, los paisajes salvajes y las emociones reales, únete a nuestras redes de Rutas y Aventura 4x4. Mantente pendiente del calendario de rutas y cursos, y prepárate para acompañarnos en la siguiente expedición. Porque cada ruta es más que un destino… es una historia que se vive sobre ruedas.


Rutas y Aventura 4X4 | Aviso de Privacidad